Hay situaciones que inconscientemente nos activan emociones intensas y sensaciones que persisten. Son señales de que hay recuerdos almacenados en nuestro cerebro que no fueron completamente procesados, teniendo un impacto significativo en cómo vivimos el presente.
Cada vez que una situación actual activa emociones, sensaciones o elementos similares, el cerebro hace una conexión automática. Sin darnos cuenta, empezamos a reaccionar desde esa experiencia pasada que nos genera sentimientos y pensamientos negativos.
Un primer paso que puede ayudarnos a identificar estos recuerdos que no se pudieron procesar es que indaguemos en que situaciones y circunstancias se activan.